viernes, 11 de abril de 2008

Entre la Iglesia y los Judíos, un diálogo con intermitencias.


ROMA, 8 de abril del 2008
– En el programa de su próximo viaje a los Estados Unidos, Benedicto XVI ha agregado otros dos encuentros, ambos con judíos: el primero el 17 de abril en Washington, el segundo el 18 de abril en Nueva York, en la sinagoga de Park East, en la Pascua judía.

La noticia de los dos encuentros agregados ha sido confirmada el 4 de abril por el director de la sala de prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi. El mismo día la secretaría de estado vaticana difundió un comunicado con la intención de tranquilizar al sector de la comunidad judía que se había declarado ofendido por la nueva formulación de la plegaria por los judíos en la liturgia del Viernes Santo según el rito antiguo, formulación introducida el pasado 6 de febrero por Benedicto XVI.

Las protestas más fuertes fueron expresadas por exponentes del judaísmo italiano. El rabino jefe de Roma Riccardo Di Segni – sucesor del rabino Elio Toaff que acogió a Juan Pablo II en la sinagoga y desarrolló con él por años un diálogo muy cordial – llegó a suspender la agenda de futuros encuentros con las autoridades de la Iglesia de Roma. Las protestas estaban motivadas por el hecho de que, con la nueva formulación, se invita a rezar por los judíos “para que el Señor Dios nuestro ilumine sus corazones para que reconozcan a Jesucristo, Salvador de todos los hombres”. Y después se dice esta oración: “Dios omnipotente y eterno, que quieres que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, concede propicio que, entrando en tu Iglesia la plenitud de los pueblos, todo Israel sea salvado. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén”.

A juicio de algunos judíos es intolerable que los católicos recen por la conversión de Israel a la fe en Jesucristo. Otros judíos no son tan intransigentes. Por ejemplo, el célebre rabino estadounidense Jacobo Neusner defendió la precisión de la fórmula de oración introducida por Benedicto XVI e hizo notar que “también Israel pide a Dios que ilumine a los gentiles”.

El comunicado de la secretaría de estado del 4 de abril tiene la intención de confirmar que la nueva plegaria no marca ningún retroceso “en las relaciones de amistad entre los judíos y la Iglesia Católica en estos cuarenta años”. Algunos exponentes del judaísmo expresaron satisfacción por la aclaración. Entre ellos está el rabino Jack Bemporad, que el 18 de abril acogerá a Benedicto XVI en la sinagoga de Park East de Nueva York.

Pero no así el rabino Di Segni. “El comunicado es muy bonito pero no tiene que ver con el objeto de la discusión”, comentó. “Lo que hubiéramos querido escuchar en la declaración es que la Iglesia no reza por la conversión de los judíos”.

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